Fases
de laboratorio
INTRODUCCIÓN
Solamente
podemos conseguir unos resultados altamente satisfactorios si desde el
comienzo del tratamiento se llega al convencimiento de que una buena
planificación protésica conjunta por parte del clínico y del protésico
dental es fundamental.
En
primer lugar y antes de comenzar todo tratamiento, se toman unas fotos del
estado en el que se encuentra la boca del paciente, junto a unas
impresiones de alginato (que nos servirán para los futuros modelos de
estudio), ceras de mordida en relación céntrica, arco facial, etc.
(Figura 1).
En
clínica se estudian las expectativas del paciente, las cuales
posteriormente se comentan entre clínico y técnico con el fin de llegar
a un mejor resultado, tanto estético como funcional.
Los
modelos obtenidos se montan en articulador semiajustable y procedemos a
realizar su estudio y posterior encerado diagnóstico.
Este
encerado de estudio sirve para determinar si el tratamiento a seguir será
de prótesis fija o removible, metal cerámica, cerámica total,
implantes, removible combinada, etc.
En
el caso que nos ocupa, decidimos que este será por medio de cerámica
total. Con cerámica inyectada IPS Empress en piezas 13-12-11 y 21 con
sistema de capas e IPS Empress 2 y recubrimiento con cerámica IPS Eris
for E2 en piezas 22-23-24 reponiendo pieza 23.
Posteriormente,
se le hará una pieza sobre implante en 46 con muñón sobre poste pilar
de titanio tallable de BTI (Biotechnology Institute), al que le damos
tanto la dirección como el perfil de emergencia que mejor se adapte a la
pieza en cuestión. El material con el que están fabricados estos postes
pilar de titanio es ceramizable con las cerámicas especiales para
titanio, y así crear márgenes de porcelana de una forma sencilla y económica.
FASES
DE ELABORACIÓN DEL TRABAJO
Provisionales
El
encerado de estudio nos puede servir para la realización de un
provisional el cual se colocará justo después del pretallado. Sobre este
pretallado que nos envían de clínica, hacemos un encerado que nos sirve
de referencia para determinar las zonas de retallado y conseguir un mejor
resultado final. Estas zonas serán las que en el encerado den una mayor
transparencia en las zonas de vestibular o en oclusal, en zona gingival
(marcando para hacer gingivectomía y conseguir mejor línea de sonrisa
gingival, estética rosa) o en piezas antagonistas, para mejorar plano
oclusal o estético (piezas en malposición o extruidas).
Este
encerado, que será lo más aproximado posible al resultado final en cerámica,
nos servirá para hacer un provisional de media o larga duración. Lo
hacemos ferulizado con todas las piezas (de 13 a 24) de manera que no se
necesita cementar. Se retiene por fricción y por la presión del mismo
arco que producen las piezas. Así, de esta manera se mantiene una mejor
higiene y, por consiguiente, un mejor estado de la encía, importante para
la posterior cementación. Este provisional sirve tanto para la protección
de las piezas talladas como para ayudar a que el/la paciente se acostumbre
a la nueva estética, fonética y/o función (Figura 2).
•
En aquellos casos más críticos en los que el/la paciente quiere
seguridad en el resultado final, recurrimos a un truquito. Hacemos un
provisional antes de tallar y con esta pieza se puede valorar el efecto
estético que puede llegar a tener con el tratamiento que se le propone.
Estos
provisionales los realizamos de la siguiente forma:
En
el modelo de estudio de alginato de precisión, se le reproduce o se le da
la forma que consideramos que pudiera haber perdido, por desgaste natural
(transcurso del tiempo) o por desgaste por bruxismo, bulimia o malposición
de las piezas, las cuales se quieren alinear.
El
encerado se hace con una capa muy fina sobre las piezas a reproducir, de
tal forma que no sobredimensionemos en exceso el tamaño en la zona
vestibular aunque sí alargamos lo necesario en incisal o palatino. A este
encerado se le toma una llave de silicona tipo Putti de laboratorio y se
pasa a resina autopolimerizable SR. Ivocron (técnica de vertido) con el
color más aproximado al de boca. Esta pieza en resina, se debe trabajar o
repasar con sumo cuidado, pues es muy frágil debido al poco grosor. Se
pule, se coloca en boca y así, tanto el clínico como el técnico y por
supuesto el/la paciente, podemos valorar conjuntamente el resultado.
Podemos
reducir o aumentar forma y tamaño según valoración, incluso en algunos
casos se puede aconsejar al paciente que se los lleven a casa para que
junto a sus familiares concretar y evaluar el resultado obtenido, siempre
dentro de unas limitaciones provocadas por el tipo de material empleado.
Estas
piezas se retienen en boca por adhesión con la saliva o por medio de un
poco de vaselina sólida depositada en el interior de las coronas o
seudocoronas.
En
casos de tinciones severas, también se pueden hacer provisionales para
valorar el resultado final. En la mayoría de estos casos se quiere que el
cambio de color sea radical, pasando de un color gris-marrón a un blanco
“tipo sanitario”, por lo que se pueden hacer estas piezas con
intensivo blanco de resina, que aparte de ser un material muy opaco, tapa
lo suficiente la pieza natural y se puede ver el efecto tan poco natural
que produce un blanco tan artificial.
En
estos casos, el grosor de la capa de encerado y posterior resina debe de
ser algo más voluminoso, de forma que tape bien tanto en el provisional
como en el posterior tratamiento definitivo, ya que el labio acepta
perfectamente la falta de volumen pero no el exceso.
Por
supuesto, todos estos tratamientos se deben documentar con modelos y
fotografías, que nos servirán de soporte para futuros planteamientos o
problemas, y para hacer comparativas del antes y después.
Preparación
del modelo
Una vez que en clínica se retallan estas piezas siguiendo las directrices
marcadas sobre el modelo de pretallado, se toman nuevas impresiones con
siliconas o poliéteres, las cuales se vacían con escayolas de tipo IV o
con material tipo resina Epoxi.
Fraguado
el material (en este caso escayola tipo IV), se procede a su preparación
antes de su posicionamiento en articulador semiajustable.
Primero,
se individualizan los muñones y se repasan respetando la zona de
seguridad de estas piezas, dejando justo por debajo de la preparación del
hombro aproximadamente de 0,5 a 1 m/m sin reducir el volumen de la
escayola, sólo redondeando los bordes que se producen al seguetear. Con
esta preparación es difícil que se fracturen los bordes de los muñones,
también se les refuerza con una película de endurecedor de muñones (de
Bredent), que tapona los poros superficiales, es incoloro y crea una capa
uniforme de solo 2 micras. A continuación, colocamos dos capas de
espaciador: la primera (amarilla) cubriendo toda la superficie de la
preparación y la segunda capa (roja), que cubra solamente la zona
central, aproximadamente a 1 m/m del límite de tallado, cada capa da un
grosor aproximado de 10 micras (Figura 3).
Encerado
definitivo y pruebas
Sobre
el modelo previamente preparado y montado sobre un articulador
semiajustable (Girbach), modelamos en cera las piezas que inyectaremos con
la cerámica IPS Empress.
Usamos
ceras que no dejan residuos durante su combustión, evitando así la
posibilidad de contaminación por partículas de carbón.
Realizamos
un modelado total de la restauración (full wax-up) tanto de las coronas o
carillas anteriores (13-12-11-21) como del puente (22-23-24). A este
encerado le tomamos una llave de silicona. (Me gusta que la cera sea
modelada en la totalidad de su forma, tendremos mejor control del
resultado final.)
Ayudados
por la llave de silicona, confeccionamos los puntos de unión de la pieza
póntica y pilar. Utilizamos las piezas de plástico calcinable
prefabricadas IPS Conector, que garantizan la correcta sección del
conector entre la pieza póntica y pilar. Son piezas auxiliares con forma
anatómica y con una variedad de tamaños diferentes que sirven para
dientes anteriores, caninos o premolares tanto superiores como inferiores
(Figura 4).
Rige
la norma de por lo menos 16 milímetros cuadrados de superficie de
conector y, sobre todo, el principio de soporte en T, la altura es más
importante que la anchura.
El
grosor mínimo de la estructura debe ser de 0,8 mm. El grueso de la pared
de la estructura debe ser mayor que el grosor del material de capas.
En
casos como el que estamos detallando, al no tener un espacio desde basal o
cuello (gingival) hasta oclusal lo suficientemente amplio, es preferible
dejar la zona oclusal o palatina más voluminosa, o no reducirla para
poner el material de capas. El núcleo de cerámica inyectada es el
componente más resistente de este sistema. Estas zonas se pueden
maquillar consiguiendo el mismo efecto de color (Figura 5).
Para
evitar problemas de sobrecalentamiento en el repasado de la cerámica, la
cera se debe modelar con la forma y grosor definitivo.
Una
vez realizado el encerado según los parámetros establecidos en cuanto a
estética y función, se procede a colocar estas piezas en revestimiento y
su posterior inyección de cerámica según la técnica elegida (IPS
Empress o IPS Empress 2) en el horno de inyección EP600.
Repasado
y confección de la cerámica
Finalizado
el proceso de inyección, retiramos rápidamente el cilindro del horno EP
600 y lo colocamos en una base de rejilla o en posición inclinada
(preferible), de manera que toque solamente el borde superior e inferior
del cilindro (haciendo ángulo de 45º, entre la pared y el suelo), así
conseguimos un enfriamiento rápido y homogéneo.
Después
del enfriamiento del cilindro procedemos a la eliminación del
revestimiento. Recortamos con discos de carborundo reforzados con fibra de
vidrio, eliminando el exceso de material en las zonas más gruesas. Después
con perlas de brillo llegamos a la zona de cerámica con una presión de 4
bares y con una presión de 2 bares hasta la cerámica inyectada. El
arenado debe llevar la dirección longitudinal de las piezas y nunca
arenar la parte interna de las coronas o carillas de frente, puede
provocar fracturas.
Las
piezas 13-12-11-21 se repasan y ajustan sobre el modelo. Primero,
separando los bebederos de inyección con disco de diamante macizo y a
pocas revoluciones (10.000), hacemos una marca poco profunda en todo el diámetro
del bebedero, para iniciar el corte, y después presionando algo más, se
desprende el puente por la zona marcada. La superficie de las coronas las
repasamos con fresas de diamante (Diagen-Bredent).
El
repasado de estas coronas lo hacemos manteniendo la forma inicial,
retocando primero la parte interna de la pieza dando entrada sobre el muñón
y seguido repasando muy superficialmente la cara vestibular. Los puntos de
contacto los controlamos con papel de articular de un grosor mínimo (8
micras). Este paso es muy importante. Si las piezas mantuvieran contactos
excesivos, podrían tener efecto dominó, arruinando el resultado final
del trabajo.
El
proceso de trabajo para el puente inyectado con cerámica Empress 2 es muy
similar a las coronas, ya repasadas.
Dejamos
enfriar el cilindro y eliminamos el revestimiento con perlas de brillo,
según el procedimiento descrito anteriormente.
El
repasado puede originar problemas por tensión en la cerámica, debido a
un sobreca-lentamiento, por lo que se debe refrigerar con agua y repasar a
bajas revoluciones.
Cortamos
los bebederos marcando el diámetro del jito con el disco de diamante y
humedeciendo repetidas veces en agua toda la pieza inyectada, no cortamos
cada jito hasta el final, más bien pasamos de uno a otro
alternativamente.
Cuidado
de no repasar entre piezas con disco, pueden formarse zonas de fractura
que debiliten la resistencia de la restauración.
La
pieza inyectada presenta una capa de reacción que debemos eliminar con líquido
Invex (contiene < 1% de ácido fluorhídrico), durante 10 a 30 minutos
máximo en baño de ultrasonido. Con óxido de aluminio de 100 micras y a
1 bar de presión se elimina una fina capa superficial de reacción. La no
eliminación de esta capa puede dar problemas de unión entre las cerámicas
o posteriores fisuras (Figuras 6 y 7).
Aunque
parece que el protocolo a seguir es más complicado y laborioso que con la
cerámica Empress 1, es sin embargo sencillo y muy agradecido, con
resultados altamente estéticos, funcionales y satisfactorios.
Con
las piezas en este estado se hace una prueba en boca. El probar las
coronas con la forma total, sirve de referencia para que podamos valorar
el efecto estético, línea de sonrisa, largo incisal, fonética, color,
etc. (Figura 8).
Durante
el tiempo que transcurre entre la colocación de los provisionales y la
prueba de la cerámica, los pacientes, que en principio suelen quejarse
del tamaño excesivo de estas piezas, ven aproximarse mucho más al ideal
de dientes que ellos desean.
Estratificación
de la cerámica
Empezaré
por describir el paso a paso, con mi forma de estratificar la cerámica
Empress sistema de capas.
Primeramente
reducimos la corona hasta obtener una cofia en la que le hemos dejado el
espacio necesario para la colocación de los efectos dentinarios,
mamelones, incisal, transparentes, etc.
El
fabricante recomienda un grosor mínimo de 0,8 m/m. En casos extremos mi límite
conseguido está entre los 0,4 o 0,5 m/m. (Cuidado, esto se consigue con
la suficiente experiencia y en casos con una estructura homogénea.)
Dependiendo
del caso, se puede trabajar sobre todas las piezas a la vez o en piezas
alternas, de manera que nos ayudamos de la forma, largo y ancho de una
pieza, para hacer la siguiente. Cuando estas primeras piezas están
terminadas, seguimos el mismo procedimiento con las que antes nos servían
de guía, pasando a ser guías las que ya están cocidas y ajustadas.
Con
la suficiente experiencia se pueden hacer todas las coronas de una vez.
(Este ha sido el procedimiento en este caso.)
Reducimos
dejando una superficie irregular, marcando bien los mamelones y toda la
cara vestibular, con esto conseguimos que la luz al chocar contra esta
superficie se difumine y distribuya en todas las direcciones, sobre todo
en sentido horizontal, ya que la rugosidad está más pronunciada en
sentido longitudinal vestibular. Con esto conseguimos mejor volumen a la
vez que un efecto más natural (Figura 9).
Comenzamos
la aplicación de las capas cerámicas, primero con una capa lechosa del
color base sobre toda la superficie, acto seguido, colocamos un poco de
dentina opaca naranja con mezcla del color base en zonas proximales. En
zona central (ecuador) de la pieza, colocamos un poco de masa opaca blanca
con mezcla del color base (nos sirve de guía para ajustar la claridad) y
terminamos de reconstruir la corona con dentina del color elegido,
formando los mamelones con su masa MM1 y reforzando en el mamelón central
con un poco de anaranjado MMO más acentuado en la parte distal que en la
mesial de este mamelón. Para remarcar estos efectos coloco translúcido
neutro entre mamelones y en zonas distales y mesial. Termino el borde
incisal con un hilo de este translúcido reforzando en los extremos de las
coronas (Figuras 10-12).
En
este caso he procedido a cocer estas capas por separado para una mejor
explicación del proceso de colocación de las distintas capas.
Termino
la confección de estas coronas, aplicándoles una capa de incisal o
transparente (dependiendo del efecto conseguido o del color), con una
segunda cocción (Figura 13).
Cocemos
estas coronas y las ajustamos sobre el modelo de muñones no
individualizado (evitamos el efecto dominó).
Pasamos
a la confección del puente, inyectado con la cerámica Empress 2
(compuesto por una cerámica de litio-disilicato-vidrio, con resistencia a
la flexión de 350 Mpa.) y al que recubriremos con el nuevo material de
modelado IPS Eris for E2 (con vitrocerámica de apatita de flúor, más
ajustado al material de la estructura).
El
núcleo es el responsable de la estabilidad de estos trabajos, como ya
comentamos en la confección de la estructura en cera. El grosor de la cerámica
de capas no debería ser superior a un tercio del grosor total. Si la capa
de cerámica Eris es demasiado grande se pueden producir tensiones o
cambios de color.
Tendremos
mejor control del color, si hacemos un muñón con el material para muñones
IPS Empress, con el cual conseguiremos un ajuste cromático óptimo.
Si
el espacio es suficiente, se puede hacer una cocción de preparación con
la dentina del color elegido, cubriendo con una fina capa.
Prefiero
trabajar con los Shades Universal, con los que consigo un croma más
profundo y lo refuerzo con intensivo de Stains, maquillando en las zonas
mas críticas, bien por falta de espacio o para dar más profundidad.
Sobre todo en zonas de unión, con algo de naranja o marrón, también en
oclusal, con lo que consigo marcar mejor el fondo de los surcos.
Cocemos
esta preparación en el horno, sobre base de celdillas y rellenando con
fibra de vidrio la parte interna de las coronas del puente, sujetándolo
sobre espigas metálicas, de esta manera la estructura se mantiene estable
en el soporte de cocción.
Modelo
como de costumbre, con las masas de dentina, impulse e incisal y
transparentes, dando forma y volumen (Figura 14). La
separación de los espacios interdentales la realizo solamente con la cerámica
en crudo, durante la estratificación, llegando hasta el núcleo del
puente con una espátula fina, de separación. De esta manera evito usar
en estas zonas el disco de diamante, por el riesgo que conlleva (Figura 15).
Una
gran ventaja de esta cerámica es, que las temperaturas de cocción son más
bajas, con lo que se ha mejorado mucho el punto crítico de cocción (800
ºC). La temperatura de cocción de Eris para la preparación es de 755 ºC
máximo (también para las cocciones de dentina-incisal) y la cocción de
glaseo o Stains mas baja (725 ºC) (Figuras 16 y 17).
Retocamos
en la superficie vestibular, produciendo los periquematies, los lóbulos
de desarrollo, etc.
Repasamos
el puente y las coronas en forma y oclusión. Ajustamos con las piezas
contiguas y se envía a clínica para la prueba final antes del pulido y
glaseado (Figura 18).
Pulido
de la superficie y glaseo
Usamos pulidores de diamante para cerámica (Kenda-Intensiv), con los que
suavizamos toda la superficie, repasando con estos pulidores en todas las
direcciones, de forma que toda la rugosidad producida sea más ligera, con
efecto de diente con años.
En
la cocción de glaseo refuerzo con los Stains en las zonas que en la
prueba en boca se quedaba corto en el efecto deseado, manchas de
descalcificación, crac o fisuras en el esmalte, surcos oclusales,
espacios interdentales, etc. (Figuras 19-23).
Trabajar
con estos distintos materiales (Empress y Empress 2) no supone ningún
problema en el resultado final de esta rehabilitación, pues tienen un
grado de efecto “camaleón” muy acentuado.
En
el laboratorio no le hacemos el tratamiento del grabado ácido en la cerámica,
pues se puede contaminar al hacer las pruebas finales (ajuste, color o
forma), por el simple contacto de los dedos, saliva o cualquier agente
extraño, lo cual arruinaría el buen resultado final de estas
restauraciones. (En la primera parte de este artículo, se explica a fondo
el tratamiento adecuado para estas restauraciones.) Este tratamiento de la
cerámica por norma se debe hacer siempre en clínica y después de todas
las pruebas.
El
efecto final de estas restauraciones con cerámica total, son siempre
altamente satisfactorias, al conseguir una excelente estética, perfecta
integración y encías sanas gracias a la homogeneidad del material de
capas empleado. Con todo esto, el resultado se traduce en un buen aspecto
natural (Figuras 24
a 30).
CONCLUSIÓN
Para
que el resultado final sea satisfactorio, todos los miembros del
laboratorio deben seguir esta misma trayectoria, trabajando siempre en
equipo y en total unión de conceptos, tanto en clínica como en
laboratorio.
Gracias
a mi equipo, formamos un grupo compacto.
EL
AMARGO SABOR DE LA MALA CALIDAD PERDURA MUCHO MÁS TIEMPO…
QUE EL EFÍMERO MOMENTO DE COMPRAR A BAJO PRECIO
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