Los peligros del "pearcing" en la boca (II)


PIERCING ORAL
                                                                                               

En esta nueva era, nada como estar al último grito de la moda, es decir estar "in". Sin embargo el dicho no se ajusta a las más recientes prácticas en materia urbana.

Tatuajes y piercings (lengua, labios, mejillas, nariz, etc.) abundan si usted desea "ser" parte de esta nueva era.
Pero, como no todo lo que brilla es oro, quienes optan por esta tendencia han de ser advertidos que a nivel de la salud bucal, esta moda tiene ciertos riesgos.

Riesgos del procedimiento

Infecciones: Las infecciones se pueden presentar en cualquier oportunidad al atravesar tejido bucal o piel.
Dado que en la cavidad bucal conviven bacterias, el piercing oral es potencialmente peligroso de infectarse.

Hemorragias: La perforación de la lengua implica la posibilidad de un sangrado prolongado, debido a la importante irrigación que presenta.

Edema: A diferencia del lóbulo auricular (donde tradicionalmente los occidentales colocamos pendientes), la lengua esta en constante movimiento, lo que enlentece el proceso de cicatrización.
Existen registros en los cuales luego del piercing oral se presentaron serios casos de asfixia por edema de glotis.

Enfermedades de transmisión sanguínea: El piercing oral es un posible factor de transmisión de Hepatitis B, C, D y G.

Endocarditis: Es una grave inflamación de las válvulas y tejidos cardíacos, especialmente para quienes padecen de enfermedades de la esfera cardiovascular. Es durante el piercing, que las bacterias de la cavidad oral pasan al torrente circulatorio y pueden colonizar el corazón.

Complicaciones del uso
La presencia de esta "joyería" bucal genera la posibilidad de daños importantes en encías y dientes, debido al constante movimiento que presenta la lengua. A nivel de encías provoca retracción y a nivel dentario, fractura o fisura de dientes y restauraciones, malposiciones dentarias y problemas de oclusión (mordida).
El piercing oral puede provocar aumento de la secreción salival normal; impedir la pronunciación correcta de palabras, y además causar problemas en la masticación y deglución de los alimentos.
Incluso en personas alérgicas, las aleaciones del metal del pierce pueden causar dermatitis de contacto.
Muchas veces como método diagnostico se usan las radiografías, y el pierce oral bloquea la transmisión del rayo, por lo que puede enmascarar anomalías importantes.
Además existe siempre el riesgo de que se desprenda y ser ingerido, o peor aún aspirado.

Por estas razones repensemos el refrán y realmente evaluemos "Si lo que es moda no incomoda". Y si a pesar de todo, decide estar "in"… antes consulte con su profesional de salud para que le oriente.